Desde el cambio de Gobierno las previsiones respecto de actividad para este año pasaron de esperar una expansión del 2,8% del PBI a una caída del mismo, exactamente por la misma cifra. También la mirada sobre la inflación se resintió. Claro que, además, ahora el organismo prevé un fuerte rebote en 2025.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó ayer su World Economic Outlook (WEO) de abril, su informe de perspectivas económicas globales que detalla sus previsiones para los países miembro. La evolución de la mirada del organismo respecto del futuro inmediato de la macro argentina muestra un claro empeoramiento en sólo seis meses, en el que pasó de esperar una expansión económica de 2,8% del PBI a una caída, también, del 2,8% del producto. En términos de inflación, mientras tanto, los especialistas del Fondo pasaron de proyectar una inflación del 69,5% anual este año a esperar que el nivel general de precios trepe casi 150% punta a punta. El cambio de expectativas refleja lo agitados que fueron estos seis meses de sorpresa electoral, frenética campaña y pronunciado giro económico con la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada.
El empeoramiento de las perspectivas económicas de corto plazo para la Argentina no nació en abril. El WEO es un informe semestral, se publican dos reportes en profundidad al año, pero tiene además otras dos actualizaciones también semestrales en las que el Fondo va retocando sus perspectivas. En la actualización de enero, el organismo ya había dado a conocer el cambio en sus previsiones. La publicación de la versión de abril agrega a aquel giro un mayor nivel de detalle.
En sólo seis meses las perspectivas económicas para la Argentina se resintieron fuertemente.
A la izquierda, las más recientes proyecciones del Fondo, a la derecha los números que preveía en octubre de 2023 (Fuente: WEO FMI)
Según el WEO dado a conocer ayer:
El PBI caerá 2,8% este año.
La inflación acumulará casi 150% de punta a punta (250% en promedio).
La balanza de pagos será superavitaria en 0,9 puntos del PBI.
El desempleo alcanzará al 8% de la población económicamente activa.
El informe de perspectivas económicas globales de octubre pasado, mientras tanto, esperaba lo siguiente:
Se estimaba que PBI crecería 2,8% este año.
La inflación, mientras tanto, se preveía en el 69,5% anual punta a punta (93,7% promedio).
El Fondo esperaba que la balanza de pagos fuera superavitaria en 1,2 puntos del PBI.
El desempleo se estimaba en el 7,2% para este año.
Las diferencias se basan en la acumulación de eventos en los agitados seis meses que pasaron. El WEO de octubre no tenía dentro de sus números una serie de factores como la corrida contra el peso en los mercados paralelos posterior a las PASO de agosto, la devaluación del oficial del día siguiente de esas elecciones, la aceleración en el gasto durante la campaña ni, por sobre todo, el giro radical en la política económica tras el cambio de Gobierno que disparó a la inflación de diciembre al 25,5% tras la suba del dólar oficial a $800 y los primeros pasos del reacomodamiento de precios relativos que llevó adelante el ministro de Economía, Luis Caputo.
La variación de las expectativas responde, también, al retraso con el que el FMi procesa datos. La publicación de octubre de 2023 responde a números recabados en meses previos. Tan es así que, por ejemplo, al momento de la publicación de aquella edición del WEO el organismo esperaba que la inflación cerrara 2023 en 135,7% punta a punta. Para ese momento, luego de que la inflación de septiembre marcara más de 12%, el índice de precios acumulaba ya 138,3%, más de lo que preveía el FMI en su siguiente actualización.
Con todo, pese al resentimiento de las previsiones de corto plazo el FMI ve con buenos ojos el giro económico de Milei. Así como redujo fuertemente las perspectivas económicas para 2024, los números del FMI parecen creer en un rebote económico sólido, un proceso que no tuvieron problemas en calificar de “Impresionante”. Para 2025, el rebote esperado es el de un crecimiento de 5 puntos del PBI y la inflación promedio del año debería desacelerarse al 59,6% en promedio si las visiones del organismo terminan concretándose.
Ayer, el economista jefe del organismo, Pierre Olivier Gourinchas, reflejó esa convicción moviendo la discusión a la forma que tendrá el rebote. En una conferencia de prensa en la que se difundió el WEO, afirmó que, “en Argentina las autoridades están implementando un plan de estabilización muy ambicioso para restaurar la estabilidad macroeconómica”.
“Como saben, el plan se centra en un fuerte ancla fiscal que elimina, en particular, cualquier financiación del gobierno por parte del Banco Central, que fue uno de los factores que condujo a cifras de inflación muy elevadas en años anteriores. Y eso ya está mostrando sus efectos. Vemos esta fuerte caída de la inflación mes a mes”, aseguró.
“Por eso el progreso hasta ahora ha sido realmente impresionante. Las autoridades han podido registrar un superávit fiscal por primera vez en más de una década. Y, por supuesto, esto llevará algún tiempo y requerirá una implementación política firme. Es necesario hacer mucho más, y es necesario hacer mucho más en una escala más amplia”, afirmó.
“Así que creo que estamos observando esta situación de cerca. Nuestros equipos aquí en el Fondo están en estrecho contacto con las autoridades. Pero el progreso, una vez más, ha sido bastante marcado. Ahora bien, ya sea V, U o L, estemos de acuerdo en que preferimos V a U a L”, explicó sobre el ritmo de la recuperación del país. Infobae