El FMI aprobó el desembolso de 800 millones de dólares para la Argentina pero advirtió que los riesgos siguen siendo muy elevados y reclamó seguir reduciendo aún más los subsidios.
Apenas un día después de aprobar un nuevo desembolso, esta vez por 800 millones de dólares, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que «los riesgos siguen siendo elevados» para la Argentina y lanzó una nueva batería de exigencias al gobierno de Javier Milei.
En ese sentido el FMI insistió en la necesidad de «mejorar la calidad del ajuste fiscal»; flexibilizar la política cambiaria; seguir reduciendo los subsidios que llevan un poco de alivio a la clase media y sectores más postergados de la sociedad. Reclamó además, contra el rechazo sentenciado en el Senado en el marco del debate del Paquete Fiscal, ampliar la cantidad de trabajadores alcanzados por el Impuesto a las Ganancias.
En el proyecto del oficialismo, que naufragó en el Senado, el Gobierno apuntaba a que más de un millón de trabajadores pasarán a estar alcanzados por este tributo. Se trata de más de un millón de trabajadores de clase media que hoy no lo tributan y que pasarían a hacerlo si el Gobierno, a instancias del FMI, insiste con su plan.
La número dos del FMI, Gita Gopinath, advirtió este viernes que la Argentina debe buscar mejorar la calidad del ajuste y seguir con «los esfuerzos para reformar el Impuesto a las Ganancias», racionalizar los subsidios, gastos tributarios y reforzar el control del gasto. Señaló que ante esos riesgos elevados es necesaria una «implementación ágil de las políticas».
«Los riesgos, aunque moderados, siguen siendo elevados, lo que exige una implementación ágil de las políticas. La planificación de contingencias seguirá siendo fundamental y las políticas deberán seguir adaptándose a la evolución de los resultados para salvaguardar la estabilidad y garantizar que se sigan cumpliendo todos los objetivos del programa», aseguró Gopinath.
El organismo emitió un comunicado en el que también destacó el cumplimiento de las metas del programa que habían sido alcanzadas y superadas por el gobierno de Javier Milei, en reservas, ajuste fiscal y política monetaria.
«Desde la última revisión, las continuas y decididas medidas para restablecer la estabilidad macroeconómica han encarrilado firmemente el programa», destacó Gopinath.
«El plan de estabilización -centrado en una sólida ancla fiscal sin financiamiento monetario- ha generado superávit fiscales y externos, un significativo aumento en las reservas, un fortalecimiento del balance del banco central y una desinflación más rápida de lo previsto, al tiempo que se ha incrementado el gasto social», señala el FMI que nada dijo sin embargo del fuerte aumento de la pobreza en los primeros seis meses de la gestión de Milei, ni de la profundización de la recesión o el aumento del desempleo.
Dijo que «todas las metas cuantitativas de desempeño hasta finales de marzo se sobre cumplieron, y se avanzó en la implementación de las reformas estructurales».
Pero Gopinath alertó que, a pesar de esos logros, «persisten algunos desequilibrios macroeconómicos y obstáculos al crecimiento, y aún queda por delante un proceso con desafíos. Se deben seguir fortaleciendo las políticas para afianzar los avances logrados hasta ahora, al igual que seguir ampliando el apoyo político y social a las reformas y protegiendo a los más vulnerables».
Advirtió que «se han logrado avances sustanciales en alcanzar el equilibrio fiscal y ahora se debe dar prioridad a seguir mejorando la calidad de la consolidación fiscal».
Y consideró que se «deben proseguir los esfuerzos para reformar el Impuesto a las Ganancias de las personas físicas, racionalizar los subsidios y gastos tributarios y reforzar el control del gasto. Más allá de este año, será fundamental profundizar las reformas de los sistemas tributario, de pensiones y coparticipación, para así gradualmente eliminar los impuestos distorsivos».
Qué dijo el FMI sobre la política cambiaria
Gopinath agregó que «la política monetaria y cambiaria debe evolucionar para seguir afianzando el proceso de desinflación y mejorar aún más la cobertura de reservas. Para apoyar la transición hacia un nuevo régimen monetario, en el que la estabilidad financiera y de precios sigan siendo los objetivos primordiales del banco central y donde el uso de divisas sea de libre elección, la tasa real de política monetaria se mantendría positiva para sostener la demanda de pesos y seguir reduciendo la inflación».
Consideró además que «la política cambiaria también debería hacerse más flexible para reflejar los fundamentos económicos, salvaguardar la desinflación, y el proceso de acumulación de reservas, sobre todo a medida que las medidas de gestión de los flujos de capital se levanten gradualmente en la medida que las condiciones lo permitan».
Y dijo que «también son necesarias nuevas medidas para definir los pilares del nuevo régimen monetario, así como para desarrollar y empezar a implementar una reducción gradual de los controles de divisas».
Gopinath concluyó que «una mayor atención a las reformas a nivel micro contribuirá a apoyar la recuperación e impulsar el potencial de desarrollo. Las reformas propuestas para mejorar la competitividad, aumentar la flexibilidad del mercado laboral y mejorar la previsibilidad del marco regulatorio de la inversión son pasos en la dirección correcta, y su aprobación y cuidadosa aplicación deberían ser prioritarias. Esto debería complementarse con reformas para mejorar la transparencia y la gobernanza». Minutouno