Sandra Pettovello reflotó una ley de 1944 para exigir una matrícula para periodistas y empresas y limitar la labor del periodismo.
Obsesionado por las críticas de la prensa, el presidente Javier Milei decidió avanzar sobre el periodismo de modo de cercenar su libertad de acción y así condicionarlo. Lo intentó este jueves por intermedio de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que reflotó una vieja ley de 1944 que dejó en evidencia, una vez más, que la tan mentada «libertad» que defiende el oficialismo no aplica para sus detractores.
Capital Humano informó este jueves a través de sus redes sociales que para poder ejercer, los periodistas iban a estar obligados a partir de ahora a tramitar una matrícula ante el Ejecutivo que iba a tener la potestad de otorgar o bien rechazar.
“Si sos periodista profesional podés obtener la Matrícula Nacional de Periodistas de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social”, indicaba un posteo de Capital Human que a su vez remitía al sitio Argentina.gob.ar, en el que establece que la obtención de la matrícula es “obligatoria”, dirigida a un amplio universo, integrado por “periodistas profesionales que realicen en forma regular, mediante retribución pecuniaria, las tareas que les son propias en publicaciones diarias, o periódicas y agencias noticiosas. Tales el director, codirector, subdirector, jefe de redacción, secretario general, secretario de redacción, prosecretario de redacción, jefe de noticias, editorialista, corresponsal, redactor, cronista, reportero, dibujante, traductor, corrector de pruebas, reportero gráfico, archivero y colaborador permanente”, según la página web oficial. Allí también queda establecido que están incluidas en la normativa “las empresas radiotelefónicas, cinematográficas o de televisión que propalen, exhiban o televisen informativos o noticias de carácter periodístico, y únicamente con respecto al personal ocupado en estas tareas”.
Sin embargo tras el escándalo el carácter de obligatorio del trámite fue eliminado de la página oficial poco después de las 10 de la mañana y minutos después también desaparecieron por completo la publicación y el sitio.
En cuanto a los requisitos para la entrega de la credencial habilitante, de dos años de duración y que a todas luces pretendía regular la actividad periodística a través de la Secretaría de Trabajo, se requiere completar un formulario, exhibir un certificado de antecedentes penales emitido por el Registro Nacional de Reincidencia, presentar una certificación de aportes previsionales de trabajador autónomo extendida por un contador, y acreditar al menos dos años en la profesión, con los aportes jubilatorios al día.
El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) emitió un comunicado en el que “condena y deplora la decisión del ministerio de Capital Humano de la Nación de reimplantar la matriculación obligatoria de periodistas”, al considerarla “una práctica obsoleta que desde 1985 está considerada por la Opinión Consultiva 5 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos como una restricción ilegítima al derecho universal a la libertad de expresión”. Minutouno