El Instituto Cultural celebra la trayectoria de una de las voces más destacadas de la lírica nacional, figura histórica del Teatro Argentino y emblema de Madres de Plaza de Mayo, que enfrentó la desaparición de su hijo, Daniel Favero Perusin, a manos de la última dictadura cívico-militar. Entrada libre y gratuita.
El Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, a través del Programa Memoria es Cultura, rendirá homenaje a la cantante Amneris Perusin Favero, conocida popularmente como “Pirucha”. La jornada “Resonando en las líricas de la memoria» se realizará el próximo martes 12 de noviembre a las 18:00, en la Sala Astor Piazzolla del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino (Av. 51 e/ 9 y 10).
En el homenaje, la cantante Ximena Ibarrolaza y la pianista Lucía Zapata interpretarán algunas de las óperas más significativas en la carrera de Amneris Perusin Favero, destacando su paso por obras como La Traviata, Otello y Madame Butterfly. Además, se proyectará un cortometraje documental sobre la vida y obra de esta emblemática figura, producido por el Programa Memoria es Cultura. Como complemento a esta celebración, en el foyer de la sala se exhibirán vestuarios originales que “Pirucha” utilizó en sus actuaciones, programas de mano de la época y fotos inéditas que ilustran su trayectoria.
Amneris Perusin Favero nació en 1925 en Tres Arroyos y se formó en la Escuela de Ópera del Teatro Argentino en la década de 1950. A partir de entonces, integró el elenco estable del teatro, interpretando roles memorables en algunas de las más célebres óperas. Entre sus participaciones más destacadas se encuentran Flora en La Traviata (1963), Desdémona en Otello (1969), Cio Cio San en Madame Butterfly (1972 y 1983), Liu en Turandot (1973), Santuzza en Cavalleria Rusticana (1975), Elisabetta en Don Carlo (1975) y Aida en Aida (1987), entre muchas otras.
En 1977, el mismo año en que un incendio destruyó gran parte del Teatro Argentino, “Pirucha” enfrentó la desaparición de su hijo, Daniel Favero Perusin, a manos de la última dictadura cívico-militar. Desde entonces, dedicó su vida a la búsqueda de su hijo y se unió a la lucha colectiva de las Madres de Plaza de Mayo.
Este homenaje no solo busca celebrar su inmenso legado artístico, sino también recordar su valentía y compromiso en la defensa de los derechos humanos, transformándose en un símbolo de memoria, verdad y justicia.