El ministro de Justicia cargó contra las denuncias por violencia de género porque «el pobre imputado pierde el trabajo y los amigos no lo saludan».
Más que el antídoto al «wokesimo» lo que el Gobierno busca es el «anti todo» con respecto a las políticas que se implementaron en años recientes en materia de género y diversidad. Tanto que este martes el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, se definió como «el enemigo número uno del género» y ofreció un vistazo a lo que sería la reforma penal.
Días atrás el titular de la cartera de Justicia anunció que se eliminaría el femicidio como figura contemplada en el Código Penal, como un eco de lo que había anticipado a mediados de diciembre pasado en el streaming libertario Carajo.
«Se acabó el delirio. Se acabó la puerta giratoria, hay que valorar los bienes jurídicos que importan. En nuestra concepción la vida, la propiedad, la libertad. Se acabó la joda del género», sentenció en la grabación que se hizo viral este martes.
«Acá somos todos iguales ante la ley. ¿A quién hay que proteger? A los vulnerables, niños, a las personas mayores, y al centro de la familia», argumentó el ministro de Javier Milei, que quedó así en línea con el discurso homofóbico y cargado de discriminación que pronunció hace una semana el mandatario en el Foro de Davos.
«Me indignan las denuncias falsas en materia de género. Producen un daño tremendo, el pobre imputado pierde el trabajo, la sociedad lo condena, los amigos no lo saludan. Es terrible y después se descubre que es mentira y al hijo no lo puede ver más», planteó Mariano Cúneo Libarona, para quien «el daño es destructivo».
«No perdiste plata, perdiste la familia, el contacto con tu hijo y cuando lo encontras es un chico con bigote», convino Cúneo Libarona, para quien fue suficiente definir que «los casos en los que sean violaciones aberrantes y estén probadas», se ejercerá desde la Justicia la «máxima energía en el castigo».
Pero Mariano Cúneo Libarona no hizo mención a las circunstancias o el camino que se hizo como sociedad hasta lograr, por ejemplo, figuras jurídicas como la del femicidio.
En vez, el funcionario pidió «no usar el género» tras plantear que se instrumentó como «arma extorsiva» y «como un gran negocio» en el que las denunciantes son siempre mujeres con mentalidades como «a ver si me dice dónde tiene la cuenta en Estados Unidos».
Todavía pendiente de las decisiones políticas del gobierno anterior, Mariano Cúneo Libarona recordó que «crearon el Ministerio de la Mujer, planes de género, fortuna gastada que debería haber sido destinada a fines realmente útiles, no en blef de género», y aseguró que «este año se disminuyeron los femicidios», pero no citó fuentes para ese dato.
Como está en todo -y contra todo-, el Ministro de Justicia reveló que trabaja en una ley para evitar que los presos puedan pedir cambio de identidad de género porque, a su entender, no se puede hacer «absurdamente».
«Los de las cárceles son unos vivos. Pasan a una cárcel mejor y de paso pasan con las chicas (sic). Es un festival que armaron para suprimir los controles legales», sentenció el funcionario, que se definió como «el enemigo número uno del género y los registros automotores».
Cúneo Libarona confesó que Javier Milei le pidió que trabaje en «la división de poderes, independencia, buena justicia y la protección del individuo, de la familia, de la sociedad», y confesó que el mandatario es «un motivador», que «el Gabinete es un lujo» que lo «reconforta». Minutouno