La red nacional de HIJOS denunció que abusaron y amenazaron de una militante de la agrupación en Rosario. Además, informaron que firmaron el ataque con las siglas «VLLC» (¡Viva la libertad, carajo!) y responsabilizaron al Gobierno nacional.
«Denunciamos el atentado político contra nuestra compañera militante de H.I.J.O.S, cuya identidad preservamos, que fue atacada por dos individuos que la esperaban dentro de su domicilio, luego de forzar la puerta e ingresar ilegalmente. Ella fue atada, golpeada, abusada sexualmente, nuestra hermana sufrió amenazas de muerte de parte de sus captores», señala el comunicado emitido por la agrupación de DDHH, el grave hecho ocurrió en Rosario.
Además, contaron que los atacantes «la amenazaron con armas de fuego y le transmitieron con claridad el mensaje: ‘No vinimos a robarte, vinimos a matarte. A nosotros nos pagan para esto'» y que los autores pintaron en las paredes de la vivienda la sigla «»VLLC» (¡Viva la libertad, carajo!) slogan del presidente Javier Milei.
«Estos hechos tienen un claro correlato con las acciones y discursos de odio que las máximas autoridad del país expresan cotidianamente e incita a la violencia contra quien militamos por los Derechos Humanos. Desde la Red Nacional de H.I..J.O.S. exigimos el inmediato esclarecimiento del hecho por parte del poder judicial y hacemos responsable al gobierno nacional de los hechos ocurridos», manifestaron.
Por último, señalaron: «A días de cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado, afirmamos que nuestro pueblo dijo: Nunca Más. Memoria, Verdad y Justicia, siempre».
La denuncia de H.I.J.O.S. por abuso y amenaza de muerte a una militante de la agrupación
En este contexto, el referente de HIJOS Rosario, Agustín Cetrangolo, en diálogo con AM 530 Somos Radio, explicó: «Una compañera fue amenazada hace unos días y hasta que no resolvimos su seguridad no lo dimos a conocer. Tenemos los elementos y vamos a ratificar la denuncia en la sede policial».
Además, contó que no se llevaron nada de valor, solo carpetas de la agrupación, y que a la víctimas «le venían escribiendo insistentemente y conocían todos sus movimientos». Minutouno