Varias empresas alimenticias, de cosmética y de limpieza que habían anunciado aumentos injustificados de precios, tuvieron que dar marcha atrás a partir de la baja del dólar oficial gracias al nuevo régimen cambiario. Días atrás, fueron las propias cadenas de supermercados las que rechazaron las subas, algo que obligó a las firmas a recalcular sus decisiones.
Todo quedó expuesto de forma pública luego de que el ministro de Economía, Luis Caputo, señalara a Molinos y Unilever por presentar una lista de precios con subas que iban del 9% al 12%.
El ministro lo expuso destacando la postura de los grandes supermercados, quienes rechazaron inmediatamente la mercadería que llegaba con los precios aumentados. Ante esto, a Molinos no le quedó otra opción que retrotraer toda la suba de precios.
